Edificación del
siglo XVII, fue construido a instancias de D. Rodrigo Ponce de León, duque de
Arcos, y concluido en 1668 bajo la dirección de Fray Pedro de Andújar.
Manifiesta las particularidades del monasterio de estilo barroco, con sus
diferentes dependencias: portería, convento e iglesia.
Sufrió incendios y saqueos por las
tropas francesas durante la Guerra de la Independencia, arruinando el rico
patrimonio artístico que poseía. En 1936 fue abandonado por los monjes e
incendiado durante la Guerra Civil.
Lo que queda, recientemente
restaurado, dista mucho de mostrar el antiguo esplendor del mismo. Sobresale la
Iglesia, en ella destaca el retablo mayor donde se venera la imagen de Nuestra
Señora de los Remedios, Patrona de la localidad, que posee un magnífico
templete de plata realizado en 1864, así como la imagen del Cristo resucitado.